Señales a las que poner atención
La llegada de un bebé implica inevitablemente muchos cambios en tu vida. Esto es natural y esperable, sin embargo muchas veces se suele minimizar el bienestar de la madre, atribuyéndolo a lo "normal" de tu nuevo rol. Sólo tú y tu familia pueden evaluar cuando estos cambios se convierten en un problema para ti, tu bebé y/o tu familia y buscar ayuda de ser necesario.
Cambios relacionados al cuerpo
- dificultades para quedarse y permanecer dormido (cuando existe la posibilidad)
- agotamiento físico, dolores y molestias inexplicables
- no ducharse, no querer cambiarse de ropa, ni peinarse.
- comer más comida chatarra de lo habitual
- corazón acelerado, nudo en la garganta
Cambios relacionados con la mente
- llorar más a menudo de lo habitual
- es agotador estar con otras personas
- problemas de concentración
- irritabilidad y frustración
- sentirse solo aunque estés con más personas
- sentir que nadie entenderá lo que te está pasando
- dificultad para tomar decisiones
Cambios relacionados al ámbito social
- evitar hablar con los demás
- faltar a reuniones familiares
- gritar y discutir más de lo habitual con tu pareja
- evitar contacto social espontáneo, por ejemplo a la salida del preescolar de tu bebé o en el supermercado si te topas con algún conocido
- no asistir a tus rituales religiosos